José García Fernández

GAR-FER




martes, 6 de julio de 2010

Estoy raro

Hola amiguitos, he tardado un poco en responder porque he estado enfermo. Bueno, mi madre dice enfermo y el médico depresivo. Os cuento.
Cómo sabéis fui al casting de OT muy ilusionado y esperé muchas horas mi turno. Hice amigos y amigas en la cola y les di mi número teléfono para quedar otro día (ellos no me lo dieron porque no tenían). Fue emocionante hasta que llegó el turno de entrar.
Me dieron allí mismo el número 099 y lo llevaba orgulloso cosido al pecho. Bueno, es que no os he contado que al final mi madre me acompañó y por eso me cosió el dorsal a la camisa mientras estaba en la cola, luego se quedó sentada en frente de la calle, con una silla de camping que siempre se lleva al parque, esperando a que yo terminara.
Mientras esperábamos vimos entrar a varios famosos en el edificio, que por cierto era como de millonarios por lo menos, y a la directora de la academia, Mona, que había salido en la tele hablando todos esos días. Es más guapa al natural! Pensé que yo también sería más guapo al natural cuando fuera famoso.
Pues como os decía amiguitos internauticos , me tocó el turno de entrar y estaba súper nervioso. Me había preparado mucho un tema y otro por si a caso. ¡ Con coreografías que tenía aprendidas de memoria y todo!
En la sala de casting había una mesa larga y estaban sentadas tres personas, en el centro, Mona, que me miró raro nada más entrar. Yo di les di mi nombre y mis perfiles,  encendí mi casette y empecé a cantar y a bailar, bueno me equivoqué de cinta una vez, pero fue un lupsus. Entonces sin venir a cuento la señoritinga esa de Mona, empezó a reirse de mi y me dijo "-¿ Eso es todo lo que sabes hacer? Fuera de aquí, no estoy en este casting para perder el tiempo contigo, chico. -" Pero yo no respondí y seguí bailando más rápido por toda la sala y cantando más fuerte! No sé que me pasó pero era como si volase como si ellos hubiesen desaparecido. Pasé de una canción a otra (a una de Betty Misiego) y entonces mi sueño de ser Sergio Dálmata terminó.
Lo único que recuerdo es la voz de esa pija gritando ¡Bastaaaaaaa! Y unos señores que me sacaban de allí por los brazos.
Desde entonces he estado en la cama, dice mi madre. Yo no me acuerdo. Dice también que ha llamado un chico para preguntar por mi, un amiguito que hice en la cola, que también se presentaba a la prueba, y que se asustó cuando salí del edificio con los señores.
Odio a Mona. Sueño con ella todo el tiempo. La odio. Pero por lo menos tengo una amiguito nuevo!
Cuando venga a visitarme (mi madre le ha invitado) le haré una fotos y las pondré aquí, para que veáis que no es una mentira. Odio a Mona mucho. Tengo un amigo! Odio a Mona.
La odio.
Hasta pronto amiguitos!

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